Precaución con el cloro de las piscinas
El cloro puede causar problemas respiratorios
El cloro del agua de las piscinas puede provocar dificultades respiratorias. Está demostrado que, cuando está presente en exceso,aumenta las posibilidades de que un niño desarrolle síntomas asmáticos. Este efecto es mayor cuanto más pequeño sea el niño, cuanto más concentrado esté el cloro en el agua y cuanto más tiempo pase dentro de ella. Esto es así debido a que la sustancia más dañina para el sistema respiratorio es la cloramina, generada por reacción entre el cloro, el agua y los fluidos orgánicos del cuerpo como sudor, saliva y, especialmente, orina. Por lo general, los niños más pequeños no nadan bien, sino que chapotean, lo que les hace inhalar y tragar más agua contaminada y, por tanto, se ven más afectados. Esta sustancia puede dañar el epitelio pulmonar y provocar síntomas de asma o, en personas propensas, desencadenar crisis asmáticas.
La doctora Cristina Ortega Casanueva, pediatra y alergóloga del Hospital Quirónsalud San José, nos explica que "al chapotear, las vías aéreas entran en contacto con los productos irritantes presente en el agua de la piscina y pueden desencadenarse crisis de broncoespasmos con tos, pitidos en el pecho o fatiga respiratoria". Por otro lado, el exceso de cloro y cloramina pueden irritar la mucosa nasal y ocasionar una rinitis con moqueo constante.
También nos insiste en que, incluso cuando las cantidades de cloro de las piscinas entran dentro de lo que podemos considerar "niveles normales", si la exposición es muy prolongada los efectos pueden ser los mismos que los anteriormente descritos, por lo que es importante controlar y limitar el tiempo de baño de los más pequeños.
Consejos para evitar los efectos del cloro en la respiración
La especialista nos aconseja:
Limitar el tiempo que se bañan los niños en la piscina
Tratar de evitar que traguen agua
Controlar los escapes de orina y emplear pañales adecuados
Otros efectos perjudiciales del cloro
No hay que olvidar que el cloro también resulta dañino para la piel, ya que deteriora el manto graso protector, dejándola reseca. Por eso es tan importante ducharse al salir de la piscina, aplicar protector solar después del baño y crema hidratante a la vuelta, en casa.
En cuanto al pelo, aunque sería necesaria mucha exposición al cloro para que los efectos fueran realmente dañinos, sí puede llegar a secarlo y hacerlo más quebradizo. En cualquier caso, la ducha siempre limitará estos efectos y también es recomendable utilizar un gorro para el baño, y una mascarilla que ayude a reparar los daños, tanto del cloro como del sol.